Quién se atreve a decirle que no a esa niña de ojos tristes que se quiebra en dos
Quién se atreve a pedirle perdón a esa niña que ya ahogada no encuentra razón
Alguien que pueda escuchar su voz que se aleja que se pierde en el eco
Alguien que le ayude a caminar
alguien que le ayude a respirar
alguien que pueda escuchar sus gritos desterrados
que se ahogan en su propio mar
Que mañana pueda sostenerte
que puedan calmar esas lágrimas que ahora te disuelven
que puedan cambiar esos recuerdos que hoy te invaden,
te borran el camino, pierden tu quietud.